Una de las cosas más importantes que podemos hacer para mantener la calidad de vida es proteger nuestra vista.
La pérdida de visión aumenta cada año, y uno de cada 6 adultos se enfrenta a un problema ocular que pone en riesgo su vista. Algunas de las causas principales de ceguera y poca visión son las enfermedades relacionadas con la edad, como la degeneración macular, las cataratas, la retinopatía diabética y el glaucoma, pero existen maneras de contraatacar.
¿Estás en riesgo de padecer una enfermedad ocular?
¿Tu familia tiene antecedentes de diabetes o presión arterial alta? ¿Tienes más de 65 años? Factores como estos contribuyen al riesgo de desarrollar enfermedades oculares que ponen en peligro la vista, así que asegúrate de estar al tanto de ellas.
Estilo de vida saludable
Tu estilo de vida repercute en tu salud general, y eso incluye tus ojos. Comer alimentos saludables, como muchas frutas y verduras de colores vivos u oscuros, así como practicar ejercicio de manera regular ayudará a que tus ojos estén sanos. También podemos mantenernos más sanos evitando malos hábitos como fumar, ya que fumar aumenta el riesgo de que una persona desarrolle una serie de afecciones que amenacen la vista.
Revisiones oftalmológicas regulares
Las enfermedades crónicas como la presión arterial alta y la diabetes pueden causar numerosos problemas si no se diagnostican y no se tratan, incluidos los problemas oculares. La diabetes en particular puede conducir a la pérdida de la visión debido a la retinopatía diabética y la degeneración macular; y la presión arterial alta no tratada puede derivar en accidentes cerebrovasculares.
Vigila posibles cambios en tu visión
Cada vez que notes un cambio en tu vista, debes venir a vernos de inmediato. Podría ser algo tan simple como necesitar una nueva graduación para tus gafas o lentes de contacto, pero los síntomas como ojos rojos, destellos de luz, y el dolor o hinchazón de ojos pueden ser signos de problemas oculares graves que necesitan atención inmediata.
Protege tus ojos de los rayos UV
Incluso las personas sin predisposición a una enfermedad ocular necesitan protegerse del sol, pero no es tan simple como comprarse las gafas de sol más baratas que puedas encontrar. Asegúrate de que tus gafas bloquean el 100% de los rayos UV-A y UV-B antes de comprarlas, ya que las gafas de sol que no bloquean los rayos UV pueden perjudicar tu visión.